Por segunda vez en tres meses, Boca eliminó a River en una copa nacional, en este caso con la Copa Argentina como anfitrión, y el Estadio Ciudad de La Plata – Diego Maradona como testigo de una nueva clasificación frente al eterno rival.

En un Mundo Boca en pleno ojo de la tormenta por los especialistas, y de los mismos hinchas al no conseguir los resultados deportivos deseados en medio de un caos interno, Miguel Ángel Russo sorprendió con una lista de concentrados a Edwin Cardona, quién está bajo la mira negativa del Consejo del Fútbol al no presentarse de inmediato a entrenar una vez culminada la Copa América 2021.
Boca sorprendió con una línea de 5 defensores en el fondo, apostando por un debutante y pocas variantes en el ataque.
El XI que colocó en cancha:
Rossi;
Advincula, Izquierdoz, Zambrano, Rojo, Sandez;
González, Rolón, Ramírez;
Pavón y Briasco.

Una sola variante con respecto al equipo que salió en cancha frente a Talleres en Córdoba, con el agregado del cambio de esquema entre ambos partidos. El regreso del peruano, Carlos Zambrano como titular en lugar de Aaron Molinas.
El primer tiempo para el Xeneize fue muy bueno en los primeros 25 minutos. Cristian Pavón subió y atacó de forma notable, Norberto Briasco que controló el balón a espaldas de David Martínez y Paulo Díaz, como también la explosión de Luis Advincula en su debut, recostado por la banda de lateral con oficio de extremo.
La alerta en el encuentro fue en el minuto 30′ del arranque, un centro peligroso por el sector izquierdo que superó a toda la defensa, la pelota que le rebota en el talón a Romero, y Zuculini que desvía gravemente su remate por encima del travesaño.

En el complemento, nuevamente el peligro en el área de Rossi, y otra vez Zuculini como protagonista, esta vez con un remate a quemarropa que imapctó en el pecho del arquero de la ribera.
Cuesta arriba para el azul y oro, debido a que Russo movió piezas en el equipo, con Izquierdoz y Zambrano adoloridos, y sin patear al arco solo apostaban al gran desequilibrio de Juan Ramírez, que con sus bebés espectaculares subidas, los jugadores millonarios solo lo frenaron con múltiples faltas ganandose en varias veces la tarjeta amarilla por parte de Patricio Lousteau.

Tras cuatro penales convertidos y dos malogrados por la banda, los penales fueron una vez más aliados del Xeneize, que por esa vía eliminó una vez más a River, en esta ocasión, en octavos de final de la Copa Argentina donde próximamente se medirá frente a Patronato de Paraná.
Mientras tanto, Russo y compañía, deberán mejorar su actuación en el torneo local, cuando el domingo a las 18hs reciba a Argentinos Juniors en La Bombonera.