En el Nuevo Gasómetro y con un clima tenso, San Lorenzo no pudo sostener el 2-0 y empató con Platense 2-2. Tras la dura eliminación por Copa Argentina, los hinchas silbaron a los jugadores, hubo incidentes durante y al final del partido, reclamando elecciones en el Club y pidiendo la renuncia de la cúpula dirigencial. El Calamar sacó un punto tras seis partidos.
Podría haber sido un sábado a la tarde normal, en donde el clima era bastante propicio para ir a la cancha a disfrutar un partido de fútbol y más aún con la Semana Santa, en el que la gran mayoría lo aprovecha para el esparcimiento. Pero, debido al mal presente futbolístico e institucional de San Lorenzo, el partido con Platense por la jornada 10 de la Copa de La Liga era la gran posibilidad para que los hinchas cuervos hagan del Nuevo Gasómetro un Cabildo Abierto y hagan expresar todos sus reclamos.
El único triunfo sobre nueve partidos en el torneo, la temprana eliminación de Copa Argentina ante Racing de Córdoba y la salida de Pedro Troglio como entrenador fueron el detonante de que la tarde del Bajo Flores iba a ser un volcán, sumado al pedido de renuncia de sus dirigentes (Matías Lammens y Marcelo Tinelli, los más apuntados) y elecciones a corto plazo. Una gran cantidad de policías rodeaban los sectores clave del Pedro Bidegain ante el temor a represalias.
Fernando Berón se hizo cargo del primer equipo apenas Pedrito dejó su lugar vacante. En el armado del XI, aparecía el nombre del juvenil Gastón Hernández en lugar del expulsado Federico Gattoni, mientras que Ezequiel Cerutti volvía en Copa de La Liga al primer equipo junto a Néstor Ortigoza (habían jugado en San Luis).
Del otro lado, otro equipo necesitado. El Platense de Omar de Felippe, que había debutado como entrenador del Calamar en la jornada pasada con derrota ante Racing en Vicente López y acumulaba seis derrotas en fila.

Apenas salió el local hacía el campo de juego del Pedro Bidegain, un coro de silbidos bajó hacia los jugadores, más allá de los mencionados insultos a la dirigencia azulgrana en la previa del partido y durante el mismo.
En lo que respecta al juego, San Lorenzo manejó los tiempos del partido ante un rival que no oponía ningún tipo de resistencia. El fútbol pasaba por sus volantes Ricardo Centurión y Ezequiel Cerutti. De hecho, a los cinco minutos, el número 10 del Ciclón tuvo un remate en el palo.
Tras una floja salida del conjunto de Saavedra, le dejaron tras un rebote de Adam Bareiro la pelota servida a Yeison Gordillo que ante la salida de Jorge de Olivera puso el 1-0 para el local, que a su vez parecía apaciguar un poco el mal clima. Sobre el final, otro quedo en la defensa Calamar fue aprovechado por el delantero paraguayo tras una enorme asistencia de Ortigoza que estampó el 2-0. Con mucha efectividad y autoridad, el dueño de casa se iba con una buena ventaja. A pesar de eso, en ciertos sectores del Estadio se escucharon algunos silbidos.
En el complemento, San Lorenzo siguió manejando el partido no solo en el resultado sino que en su juego. Cerutti nuevamente probó de media distancia y De Olivera se quedó con la pelota. Pero se metió sólo en el problema: tras un córner lanzado por Hernán Lamberti, una serie de eventos desafortunados y de una floja reacción defensiva hizo que Kevin Andrade descontara para Platense. En su primera aproximación neta, los de De Felippe se acercaban al marcador.

El dueño de casa tuvo una enorme posibilidad de aumentar el marcador con una buena asociación entre Centurión y Cerutti que el ex Racing, Vélez y Boca remató de zurda cerca del palo derecho de De Olivera. Pero poco duró esa leve reacción: Nicolás Bertolo asistió de gran manera a Brian Mansilla que definió ante la salida de Torrico. Platense fue muy efectivo y en pocos minutos pasó del 0-2 al 2-2. El Ciclón se metió sólo en sus problemas y el miedo escénico se apoderó de sus jugadores. Sumado a esto, el público reaccionó reclamando a diestra y siniestra un poco más de actitud a los futbolistas.
Bareiro tuvo una chance sobre el cierre para ganarlo con un cabezazo tras una buena jugada colectiva, pero todo fue insuficiente. San Lorenzo sumaba una nueva frustración en casa ante su gente y con un clima que no suma. El que si sumó fue Platense, que se llevó un puntazo de regalo al Norte del GBA tras seis derrotas al hilo.

El descontento fue cada vez más notorio entre la parcialidad cuerva. Hasta se registraron incidentes entre hinchas y algunos Barras Bravas que fueron obsecuentes con la dirigencia, más otros que se enfrentaron a la Policía para evitar cruzar de la Popular a la Platea Norte, donde la plana mayor del Club suele estar presente. En este mismo sector, durante el entretiempo, las autoridades de la seguridad retiraron a un hincha y hubo otros encontronazos.
Así terminó otra tarde de terror en el Bidegain. San Lorenzo no pudo sostener el partido y sigue sin ganar. Así difícilmente que a corto plazo llegue la paz por Boedo…